DOMINGO DEL CORPUS CHRISTI (C)
“Denle ustedes de comer”
Lima 22/05/2025
Hoy celebramos la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, también es el día de la caridad, pasa igual como el jueves santo que es día del amor fraterno. Ambas solemnidades nos invitan a la solidaridad y la unidad entre nosotros; pero caemos en la tentación, quedarnos en lo ritual, en el misterio y en el milagro: en el ritual, porque sacamos a Jesús Eucaristía por toda la calle y vamos con mucho respeto y reverencia con nuestro Jesús alabándole a través de los cantos; y con lo que respecta al milagro, cada vez que escuchamos el texto de la multiplicación de los panes, nos quedamos maravillados por la acción de Jesús, por llegar a multiplicar los panes, pero nos olvidamos de la caridad con los hermanos. Aquí de fondo lo que nos pide es que seamos solidarios, el gran milagro es cuando yo soy capaz de abrir mis manos y le doy de comer a mi hermano que padece, el compartir con el otro que sufre, es más, Jesús antes de hacer el milagro nos invita a la responsabilidad del otro, al decirles a los discípulos, pero te lo dice hoy a ti y a mí también: “Dadles vosotros de comer”.
En realidad, Jesús nos pone en tensión a nosotros sus discípulos, porque es responsabilidad nuestra que ningún ser humano padezca hambre, así que el llamado de Jesús también es hoy, denle ustedes de comer.
Y si queremos fundamentar bíblicamente que lo que está de fondo es la solidaridad y la comunión, lo vemos muy claramente reflejado en los textos de la Sagrada Escritura que acabamos de escuchar:
En la primera lectura, vemos un Abran solidario: después que Melquisedec bendijo el pan, dice el texto, Abran le dio el diezmo de todo, no solo pagando su diezmo, sino que pagó el de todos, vemos un hombre desprendido que no piensa solo en él, sino también en sus hermanos.
En la segunda lectura, el texto más antiguo del Nuevo Testamento, vemos a Pablo recordándole a la comunidad de corintio que deben de ser solidarios, que tienen que pensar más en los demás, ya que en el contexto que Pablo dice estas palabras es porque hay algunos ricos, que sí colaboran a la hora de compartir el pan, pero no son capaces de esperar a los hermanos esclavos y los pobres que llegan tarde a la celebración y los ricos se comen los mejores manjares y dejan solo a los más pobres que llegan tarde por su trabajo una miga, es decir la sobra, es por eso que después de este texto Pablo va hablar sobre el himno del Amor.
Y en el evangelio ni se diga, es tan directo que Jesús no quiere asumir solo él el ser solidario, que él no quiere darles de comer por arte de magia, sino que quiere involucrar a sus discípulos, éstos se querían desentender de la necesidad del pueblo, pero Jesús les dice: “Dadles vosotros de comer”.
En definitiva el Señor nos invita a ser solidarios, que seamos capaces de socorrer a nuestros hermanos que padecen hambre, que no nos encerremos en nosotros mismos, que si queremos vivir en unidad con los hermanos comencemos a ser pan partido para los demás, que seamos capaces de compartir con el que sufre, no solo el pan, sino también nuestro tiempo, san Agustín nos dice eres lo que comulgas, si comulgas el cuerpo de Cristo, eres otro cristo.
Comencemos a ser otro Jesús en este mundo compartiendo nuestra vida, dando nuestra vida por el reino y por los demás, Jesús nos dice este es mi cuerpo que se entrega por vosotros, ojalá que nosotros digamos lo mismo, este es mi cuerpo que se entrega por mi hermano y por mi hermana que sufre por diversas circunstancias, haciendo esto estamos haciendo memorial el Corpus Christi, ya que Jesús también nos lo dice: “haced esto en memoria mía”.



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