DOMINGO 13º DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C

 “Para la libertad nos ha liberado Cristo”

Monteagudo 26/06/2022

             

Nos encontramos en el ciclo litúrgico C, así que después de cuaresma y pascua, volvemos a tomar la lectura de evangelista san Lucas, para hacer el itinerario o camino de Jesús.  Justo escucharemos que Jesús se pone en camino a Jerusalén, porque esa es la intención de los evangelistas, ponernos en camino hacia Dios.

            Ponernos en camino hacia Dios o hacia Jerusalén, es una llamada de parte de Dios y una repuesta de parte del ser humano, sobre todo para una misión, para cooperar con Dios en este plan de salvar a la humanidad, y como dice nuestro padre san Agustín: “Dios se vale de los hombres para salvar al mismo hombre”.

            En la primera lectura vemos como se va traspasando esa misión de un hombre a otro, Elías le pasa, por medio de la unción a Eliseo la misión de profeta, y se ha puesto al servicio de Dios.  Aquí nos damos cuenta de esa vocación de aquellos hombres que se han sentido tocados por Dios para una gran misión.

            A la hora de responderle a Dios para cualquier misión, el único requisito que nos pide es que seamos libres, hoy san Pablo nos dice: “…hermanos, habéis sido llamados a la libertad; ahora bien, no utilicéis la libertad como estímulo para la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor”. Dicha libertad nos lleva al seguimiento de Dios por medio de su Hijo, estas palabras de san Pablo nos pueden servir hoy de unión entre la primera lectura y el evangelio:

            En la primera lectura, para que Eliseo se ponga al servicio de Dios, se ha despedido de aquello que, para él, seguro, era lo que no lo dejaba libre para servir al Señor, fue capaz de deshacerse de aquello que era instrumento de su trabajo y su sustento de cada día, pero ha quemado todos eso que lo ataba para quedarse en libertad y poder entregarse totalmente a Dios.


            El evangelio nos presenta tres personajes que parecen que están dispuestos a seguir a Jesús, que se han dispuesto a ir a Jerusalén.  Cada uno tendrá su motivación y su preocupación y a lo mejor estas cosas no les dejarán seguir libres y radicalmente al Señor:

            El primero le dice que le va seguir donde quiera que vaya Jesús, pero Jesús le dice: “Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Repuesta que da Jesús con el propósito de quien se disponga a seguirle a Él, no va a encontrar seguridad materialmente hablando, porque el Hijo de Dios vivirá bajo la providencia del Padre.

            Al segundo es el mismo Jesús que tiene la iniciativa de decirle que le siga, pero este hombre le responde que le deje primero ir a enterrar a su padre, pero Jesús siendo muy duro y radical, le dice: “deja que los muertos entierren a sus muertos, que el amor de Dios está por encima del amor de nuestros padres”, por eso, quienes se disponen a seguir a Jesús también tienen que ver donde estamos poniendo el corazón.

           


En el tercer caso, toma la iniciativa la persona, pero ya pone condiciones para el seguimiento, y Jesús le dice: “quien se ha puesto en camino hacia Jerusalén y mira hacia atrás pensando en aquellos que ha dejado, no es digno de mí”.

Así que, si queremos seguir a Jesús, debemos dejarlo todo para ir ligeros de equipaje, y poder ser profetas entre las naciones, la pregunta clave para cerrar esta reflexión es ¿qué me está impidiendo seguir a Jesús con verdadera libertad?

 

 

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