DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)
El Hijo del Hombre va a ser entregado… y lo matarán (Mc 9,31)
Monteagudo, 19 de setiembre de 2021
En cada una de las lecturas que acabamos de escuchar, el
Señor nos quiere regalar un lindo mensaje: el malvado protesta de que el justo actúe
con criterios de Dios y no con criterios de los mortales de este mundo, el
segundo mensaje es la forma de que pedimos a Dios: pedís y no recibís, porque
pedís mal (Sant 4, 3), el tercer mensaje a parte del anuncio de la pasión, nos
damos cuenta de cuáles son los criterios de los discípulos.
El Hijo del Hombre...
El primer mensaje del libro de la sabiduría, es la actitud del malvado frente al justo, un malvado que se fía solo de él y de su propia fuerza y no es capaz de fiarse de Dios, por eso le afecta mucho la actitud de un hombre justo, que le echa en cara sus actitudes, y es por eso que los malvados no soportan la manera de actuar del justo, porque este justo se fía de Dios y actúa con criterios de Dios. Cuantas veces nos hace ruido las actitudes de los demás, sobre todo de aquellos que no actúan bajo nuestros criterios, sino bajo los criterios del evangelio.
En la
segunda lectura el apóstol Santiago nos invita a saber pedir, porque muchas
veces pedimos a Dios, también bajo nuestros criterios, y no somos capaces de
aceptar la voluntad de Dios, porque a Dios le pedimos siempre todo aquello que
responda a nuestras necesidades humanas, está bien, pero cuando nos toca asumir
contrariedades de la vida, comenzamos a reclamar a Dios porque no ha escuchado
mis suplicas.
En el
evangelio también vemos variedades de actitudes, la postura de Jesús es de
entrega, de condenación, de muerte, va contándoles a sus discípulos lo que le va a suceder en Jerusalén, y estos
hombres van totalmente desconectados de la conversación del maestro, porque en
el camino han venido discutiendo quien es el más importante en el Reino; la
lógica de los discípulos es un deseo de poder y no de servir a la humanidad;
podríamos decir que no entendían el discurso de Jesús o no se querían enterar
lo que realmente Dios quiere con sus discípulos.
¿De qué discutíais por el camino?
De verdad
que en este día se nos despierte o reavivemos esa lógica de servir con
generosidad, sinceridad y con alegría. Estar dispuestos a servir a los
hermanos, al más pequeño, al indefenso y al más necesitado. ¡Ojalá! que esto
suceda en el mundo y en la Iglesia, porque la verdadera grandeza consiste en
servir. Para Jesús, el primero no es el que ocupa un cargo de importancia, sino
quien vive sirviendo y ayudando a los demás. Los primeros en la Iglesia no son
los jerarcas, sino esas personas sencillas que viven ayudando a quienes
encuentran en su camino, así tiene que ser nuestra lógica.
Así somos
los humanos, muchas veces asumir grandes retos o asumir realmente la voluntad
de Dios en nuestra vida, nos cuesta mucho, hay veces que queremos vivir siempre
desde nuestros criterios y desde nuestras comodidades, es más, nuestra lógica
humana muchas veces es muy diferente a esa lógica de Dios.
«Tenemos que ser servidor de todos.»
Esa lógica
de Dios que nos lleva a actuar como el hombre justo de la primera lectura,
además, con sabiduría como nos enseña el apóstol Santiago: “La sabiduría que
viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva,
dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera”; y como
actúa Jesús, el Hijo de Dios, que es capaz de dar su vida hasta el extremo por
la causa de la salvación humana.
Gracias wamat, bendiciones
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