Domingo VI Pascual
“Porque yo sigo viviendo”
MONTEAGUDO 14 mayo 2023
Estamos llegando a la etapa final de este tiempo pascual, tiempo de gozo y de alegría, ojalá que no hayamos perdido esta alegría y este gozo por la monotonía de una nueva cincuentena pascual.
En el tiempo pascual vamos viendo el surgir de la iglesia, la presencia de Cristo entre los discípulos y la promesa que el Señor Jesús nos va a dejar, para poder llevar esta obra de amor del Padre con la fuerza del Espíritu Santo.
En la primera lectura, Felipe con su testimonio, fue predicando y anunciando esta noticia de salvación, esto ha permitido también que otros hermanos se beneficien de esta salvación, que gracias al testimonio de los discípulos pudieron recibir también la fuerza del Espíritu Santo para que actúe en ellos y puedan llegar a la plenitud de la vida.
En la segunda lectura, San Pedro nos invita a dar razón de nuestra esperanza. Todos sabemos que cuando realizamos alguna acción social o algún gesto de caridad, estamos dando al mundo ese testimonio de nuestra esperanza, incluso si alguna persona se encuentra delicada de salud, en que parece que el mundo se le viene encima, o lo ve todo negro, pero allí ponen su esperanza en el Señor aguardando la redención copiosa de nuestro salvador, con esa actitud está dando razón de su esperanza, que a pesar de la situación, espera en el Señor. Pedro nos invita a los cristianos de hoy a que tengamos la valentía y la fuerza del Espíritu para dar razón de nuestra esperanza, ya que muchas personas piensan o creen que nuestro estilo de vida como cristiano ya no tiene sentido hoy en este siglo.
Los creyentes de hoy, debemos de tener claro que no podemos reducir la Fe en el culto, sino que tiene que dar sentido a la vida. ¿Por qué creemos, por qué esperamos, por qué amamos y perdonamos? No podemos ocultar nuestra vida de creyentes, sino que debemos comunicar la Fe, esperanza y amor, incluso aunque tengamos que sufrir adversidad o incomprensión.
En el evangelio, el Señor Jesús la semana pasada nos decía que no tiemble nuestro corazón y que nos iba a preparar una morada y además quien cree en él y en el que le envió puede hacer cosas maravillosas, porque Él está con nosotros hasta el fin del mundo.
En el evangelio de hoy nos da otros mandatos: en primer lugar que le amemos para que guardemos sus mandamientos, y en segundo lugar que nos va a enviar el Espíritu Santo, el consolador.
Lo que dice Jesús es primero si me amáis, no dice cumplan los mandamientos y me aman. Todo comienza desde el corazón, amando a Dios sobre todas las cosas, quien ama a Dios cumple sus mandatos, por eso el Señor Jesús nos invita hoy a que le amemos, y que si le amamos guardaremos sus mandatos; además nos dice que nos va a enviar el Espíritu consolador, que nos va a revelar todo y que nos va a ir dando la fuerza para que nosotros podamos llevar a cabo esta obra de redención; Jesús nos promete que no nos va a dejar huérfanos, que va a estar con nosotros que le Espíritu Santo es el que va a ir actuando en nuestra vida, para que podamos nosotros actuar como auténticos hijos de Dios en este mundo.
En definitiva hermanos, la clave está en la fe en la esperanza y el amor: el domingo pasado nos insistía Jesús en creer en él y en su Padre, hoy San Pedro nos invita a dar razón de nuestra esperanza y en el evangelio Jesús nos invita a amar, amando como nos dice hoy, viviremos en comunión el Padre el Hijo y el Espíritu Santo con cada uno de nosotros que somos sus hijos predilectos; en realidad el Señor nos invita a que lo amemos a él y podamos hacer una morada en donde estemos todos unidos en el auténtico amor de Dios Padre que nos ha regalado su Hijo y su Espíritu para que podamos vivir en libertad como hijos De Dios y vivamos en auténtica unidad, es decir, abramos el corazón a la acción del Espíritu Santo para provocar el amor a Cristo, y por ende el amor al Padre, y ambos harán morada en nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario