V Domingo pascual (CicloA)

 ​Lima 07/05/23

“No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo” (Albert Camus)

 

Continuamos avanzando en el tiempo pascual, hoy en este quinto domingo vemos cómo la comunidad cristiana va tomando protagonismo, por supuesto con la acción del Espíritu Santo.

En la primera lectura, vemos la apertura y el sentido sinodal que tiene esta primera comunidad cristiana: los hermanos tienen esa apertura de diálogo para responder a los signos de los tiempos, sin descuidar la predicación optaron por atender otras necesidades del pueblo, para eso necesitaron elegir otros miembros, para que ellos mismos se encargaran de esta necesidad, eligieron a siete diáconos. 

En la segunda lectura, Pedro nos muestra también esa apertura y esa comunión entre los creyentes, todos somos elegidos por Dios y que tenemos un fundamento que es Cristo Jesús, la Roca donde se fundamente nuestra vida como hijos De Dios: “Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa”. Eso somos, un pueblo elegido por Dios. 

En ambas lecturas vemos cómo estas primeras comunidades cristianas se dejaban guiar por la fuerza del Espíritu, todo lo fundamentaban en Cristo, no en sus intereses personales o en sus necesidades humanas, sino que todo lo hacían bajo la acción del Espíritu.   Además, había esa disponibilidad de escuchar otras voces y no actuaban como si ellos tuvieran la razón, estaban abiertosa todos y se ponían en diálogo para discernir las necesidades desde el Espíritu.

En el evangelio del domingo pasado, Jesús se definía como puerta y pastor, que sus ovejas deben entrar por esa puerta, que solo entrarán los que escuchen la voz del pastor y los que crean y se fíen de esa voz, en cambio, hoy Jesús se define como el camino, la verdad y la vida, definición que la precede que no tiemble su corazón, crean en Dios y también en mí, y que en la casa de nuestro Padre Dios hay muchas estancias y que nos las va a preparar, y para llegar ahí ya sabemos el camino.

Lo primero que Jesús nos dice que Él es el camino, ese camino que nos lleva al Padre, a la tierra prometida, y que nos pone a pensar si ese camino es ancho o angosto, fácil o difícil de andar: ni es fácil ni ancho para que podamos avanzar con ligereza, ya que Jesús se declara el mismo camino, a nosotros nos toca pasar por ese camino, es decir, viviendo y actuando como Jesús, y todos saben que la vida de Jesús en este mundo no fue fácil, se le hizo difícil.

Todos somos conscientes que el camino es difícil, porqueal andar este camino, podemos caer en la tentación de coger otro que, posiblemente se vea fácil de andar pero que no nos lleva a esa estancia que nos prepara Jesus. 

 

Entonces la pregunta que nos podemos hacer hoy es: ¿estamos en el camino de Jesús o estamos fuera de ese camino? Si estamos en el camino de Jesús, no nos sorprendamos si encontramos piedras, dificultades, baches, obstáculos…, no importa, lo verdaderamente importante es no salirnos del camino que Jesús nos está indicando, es más, Él mismo nos dice que no tiemble nuestro corazón y que creamos en el Padre y en Él, si tenemos Fe podemos avanzar con dificultades, pero esperanzados en que vamos seguros para llegar a la casa de Dios que ya Jesús nos fue a preparar. 

En definitiva, sigamos por el camino, ya sabemos que vamos a tener obstáculos y dificultades, pero no vamos solos, vamos con la compañía de Jesús, además llevamos la fe, que es la que nos va a ayudar a seguir avanzando,porque el mismo Jesús nos dice en su evangelio: “el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores”, si creemos haremos muchas cosas incluso hasta mayores que las que Él hizo, por eso confiemos en Jesús y no nos salgamos del camino a pesar las piedras que encontremos, y si damos con la misma piedra que es Jesús,mucho mejor porque en ella está el fundamento de nuestra vida.