DOMINGO SANTÍSIMA TRINIDAD (A)





La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros”.

Lima 04/06/2023


Hoy celebramos un gran misterio, no es porque no se pueda comprender, sino que así es nuestro Dios.  No podemos buscar o encontrar cualquier figura geométrica o cualquier imagen para poder explicar este Dios uno y trino, debemos abajarnos a su majestad y comprenderlo desde el corazón, porque nuestro Dios es un Dios que habita en nuestros corazones.

Ante la majestad de nuestro Dios, tenemos que tomar la misma postura de Moisés, y es ponernos rostro en tierra, rodilla en tierra para adorarlo, poniéndonos en su presencia con humildad y pidiéndole que camine con nosotros.   Confiemos en este Dios que siempre nos ha acompañado a pesar de que somos un pueblo cabezón, que no le obedecemos, sino que queremos caminar desligadosa


En la segunda lectura, san Pablo nos invita a cómo debemos de vivir nosotros para que este Dios Padre, Hijo y Espíritu esté con nosotros.   Jesús nos promete en su palabra que, donde estén dos o más reunidos en su nombre ahí esta presente, es estar en comunión con los hermanos, es estar en paz, en amor con los demás, ahí está Dios presente, porque Dios es armonía, Dios es paz, Dios es amor.  Y para que todas estas cosas entren en nuestros corazones, debemos comenzar hacerlas con los hermanos, pero sí estamos enemistados y estamos enfrentados ahí no puede habitar este nuestro Dios que es uno y trino y que es comunión de amor. 


Es tan grande el amor de Dios que nos regala a su Hijo, que nos regala la Ruah, el viento, o mejor dicho el Espíritu para que tengamos vida y vida en abundancia.  Esta vida no es mía es del mismo Dios. Dios nos va mostrando su amor dándonos vida y caminos de salvación, a pesar de que su pueblo ha sido, seguimos siendo y seremos de dura cabeza, porque queremos crear un Dios a nuestra manera, a nuestros caprichos, y cuando vemos a un Dios que se abaja, con la presencia de su Hijo o se da por medio del soplo del Espíritu, esto nos incomoda,porque este Dios se hace tan cercano que nos cambia nuestros intereses. 

Que grande este misterio, que este Dios tan grande, tan omnipotente se abaja, se acerca, que nos busca a pesar de que nosotros nos alejamos de Él, que queremos vivir al margen de Él, pero ahí está siempre presente en nuestra vida, para darnos vida y vida en abundancia, lo que más quiere este nuestro Dios que seamos uno como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, y ese es el gran deseo de Jesús, que nosotros seamos uno.


Ojalá que este día de la Santísima Trinidad podamosvivir en unidad, para que el mundo crea en nuestro Dios, el verdadero Dios, que se hace cercano y que algunas veces no lo podemos entender, por su manera de actuar que nos saca de nuestros criterios y de nuestros caprichos. 

Hermanos este es nuestro Dios, que le encanta hacer salir, quitar cargas, desenmascarar y ridiculizar faraones, poderosos y manipuladores de todo tipo, y conducirnos siempre hacia la tierra de la libertad, es más, nuestro auténtico Dios tiene preferencia por el pobre, el huérfano, la viuda y el emigrante, y además se encara y protesta contra quienes les dañan, manipulan o desprecian.

Me gustaría acabar esta reflexión haciendo mi profesión de fe:

Señor mío y Dios mío que has creado el cielo y la tierra y todo lo que ellos contienen.

Señor y Dios mío que nos has hablado por medio de los patriarcas y los profetas para hacer una alianza con tu pueblo, para adquirirlo como tu propiedad.

Señor mío y Dios mío que has engendrado a Tu único Hijo por medio de María para que nos enseñara a vivir como hijos en el Hijo.

Señor mío y Dios mío que has pasado por este mundo haciendo el bien: liberando a los oprimidos, sanando a los enfermos, devolviendo la dignidad a las personas, expulsando demonios.

Señor mío y Dios mío que te dejaste inmolar en la Cruz, con la única intención de redimir a todo el género humano.

Señor mío y Dios mío que has resucitado entre los muertos y te has aparecido a tus discípulos para animarlos a que anuncien esa gran noticia, que la vida ha triunfado.


Señor mío y Dios mío que has venido acompañando a tu Iglesia en el anuncio con la compañía del Espíritu Santo y María.

Señor mío y Dios mío que sigues llamando a hombres y mujeres que sean capaces de dar su vida al servicio del evangelio, garantizándonos tu compañía hasta el fin del mundo.

Por eso no seamos incrédulos, sino creyentes. Porque este es nuestro verdadero Dios.      

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DOMINGO XII TIEMPO ORDINARIO (B)

I DOMINGO DE ADVIENTO (C)

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO (B)