DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO A)
“Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”
Lima 13/08/2023
La primera lectura, nos invita hoy más que nunca, a esperar y estar en silencio para tener esa experiencia de la presencia de Dios entre nosotros. Digo esperar y estar en silencio, porque estamos viviendo en una cultura de lo mediático, en una cultura del ruido, de la dispersión. Quizás, puede haber muchos acontecimientos extraordinarios, y pensamos que ahí está Dios, podemos vivir momentos de mucha turbulencia y no esperamos que las cosas se calmen, sino que queremos una repuesta inmediata, es ahí que debemos esperar en esa manifestación de gloria de nuestro Dios.
Con respecto al silencio, nos damos cuenta con el susurro del silencio, en la quietud es donde se hace presente Dios, por tanto, no esperemos que Dios se va a manifestar en cosas extraordinarias, sino que se manifestará en lo más ordinario, en lo más tenue, por eso,ante esta sociedad tan ruidosa tenemos que ir al silencio, al monte, para tener esa experiencia con el mismo Dios.
Relacionando esta primera lectura con el Evangelio, vemos que los discípulos están en medio de una tormenta, están ante una tempestad, fenómeno que nos indica la ausencia de Dios, pero sin perder la esperanza, hay que esperar, que después de la tormenta viene la calma, es ahí donde se hace presente Jesús, al estilo de un fantasma, pero manifiesta su presencia dando ánimo a los discípulos: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” un soy yo, que nos hace entender la presencia de la divinidad, un Dios que se hace presente para poner la calma, la paz, es un Dios que está por encima de todas las dificultades que podemos experimentar.
Es por eso por lo que no debemos tener miedo, nos hace falta confiar más en el Señor, a pesar de esosmomentos duros, sabemos que Dios es más grande que esas situaciones, nos toca esperar y confiar. Jesús nos invita a seguir confiando y tomarnos de sus manos, no tengas miedo cuando te estés hundiendo, solamente dilecomo Pedro: Señor sálvame, Él te dará la mano y te salvará. Hoy tenemos esa oportunidad de descubrir como está mi fe, como está mi esperanza en los momentos más dramáticos de mi vida.
Pedro entra en pánico cuando deja de mirar al Señor, cuando comienza a mirarse a sí mismo comienza a hundirse. Pues es hora que nos dejemos de mirar a nosotros mismos, es el momento de mirar a Jesús para que sea Él nuestro referente y no nosotros mismos, cuanto nos gusta mirarnos a nosotros mismos, cuantas veces somos autorreferenciales, nos hace falta hundirnos un poco y que el agua nos llegue al cuello para tener un poco de humildad y gritar ¡Señor Sálvame!, que sin ti no puedo seguir avanzando, necesito de tu amor, necesitamos que nos saques del cieno profundo, y nos des esa humildad de sentirnos necesitados de tu amor.
En realidad, que estas dos figuras: Elías y Pedro nos ayuden a buscar a Dios desde el silencio, desde las tempestades de la vida, que podamos descubrir a este Dios en esas situaciones y podamos tener esa experiencia de la divinidad, para que nos postremos ante su presencia con esa sencillez y humildad. Que la participación de la Eucaristía de hoy nos ayude a seguir creyendo y esperando en ese Dios que se esconde sobre todo en esos momentos difíciles.
Amén, Bendiciones. Abrazo fuerte ❤️❤️
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