SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?  

Lima 12/05/2024


En este contexto pascual celebramos la solemnidad de la ascensión, donde Jesús sube, vuelve al Padre, pero no nos deja solos, ya que Él ha dicho: “Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo, además, las palabras de Jesús, “les conviene que Yo me vaya” (Jn 16, 7) seguían resonando en los oídos de los discípulos de Jesús. La promesa del Espíritu es un consuelo en ese momento de la separación. Quizá por eso los Apóstoles vieron marcharse al Señor con alegría (Lc 24,52). Comenzaba un nuevo tiempo, el tiempo de la Iglesia naciente, misionera, dispuesta a llegar a los confines de la tierra. Se puede decir que es la mayoría de edad de esta Iglesia nuestra, ya que Jesús nos ha dejado libres y autónomos para asumir este gran reto de ser los continuadores de esta obra salvadora del Padre.

Todos sabemos que cuando alguien se va de este mundo o se va de casa, nos deja un vacío, pero Jesús nos dice que conviene que Él se marche, porque nos va a preparar un lugar y porque nos va a enviar esa gran promesa, el Espíritu Santo.

Al volver Jesús al Padre, nos entrega un legado a nosotros, sus seguidores, que debemos de responder con confianza y responsabilidad. Es el momento de no quedarnos mirando al cielo, sino que, es hora que nosotros, sus discípulos, nos debemos poner en marcha, nos debemos poner en camino, es el momento de poner manos a la obra, ya Jesús nos ha dejado esa gran responsabilidad, no podemos defraudarlo. 


Es la hora de nosotros los cristianos de este siglo que nos impliquemos en la vida, que nos pongamos a trabajar por el Reino, que le ayudemos a Dios a restaurar este reino, que vayamos a anunciar la buena noticia, que proclamemos a los cuatro vientos esta gran noticia, que Dios sigue vivo, que está presente en nuestra vida, que no perdamos la esperanza, que confiemos en Él. 

Vayamos. No tengamos miedo, Jesús nos acompaña con su Espíritu para que nosotros en realidad seamos sus testigos. Cuantos hermanos necesitan realmente auténticos testigos que den la vida por los demás, cuantas personas esperan ver amigos de Dios, cuantos hermanos que están sufriendo y han perdido la esperanza, somos nosotros los que hemos recibido ese testamento de Jesús y lo tenemos que llevar a aquellas personas para que recuperen la esperanza en Dios. Ya Dios te ha dado la fuerza del Espíritu a través del Bautismo y la confirmación, ¿qué estamos esperando de ir por todo el mundo a anunciarleSeamos responsables de nuestra condición de bautizados. 


No tengamos miedo de ir anunciarlo, de ir por los caminos a dar esta gran noticia. Jesús nos ha dicho que donde vayamos Él irá con nosotros, además nos ha regalado su Espíritu, que es un espíritu de sabiduría, para conocer al Padre. 

Hermanos no podemos estar esperando a que Jesús venga, ya está con nosotros, ya camina con nosotros, nos toca creernos cada una de esas promesas y hacerla realidad hoy, en este siglo que nos toca vivir.

Comentarios

  1. Buendía Fr. Prior Wilmer 💥.
    Gracias por recordarme que Jesús está siempre con nosotros.
    Pido a Dios Espíritu Santo, que le done de gran Sabiduría, para que nos guíe al Padre.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DOMINGO XII TIEMPO ORDINARIO (B)

I DOMINGO DE ADVIENTO (C)

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO (B)