V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (C)
Lima 9/02/2025
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Este domingo, nuestro buen Dios nos regala una bonita palabra, por la cual nos llama a una misión.
En la primera lectura tenemos la persona de Isaías, un hombre de labios impuros pero que se deja tocar por el Señor, para colaborar con Él en ese pueblo también de labios impuros. Se pone a disposición de Dios, manifestando primero su debilidad, su fragilidad, pero el Señor lo purifica, e Isaías le responde: envíame a esa misión; se arriesga, se dispone a colaborar con Dios, se hace cómplice de Dios en esta gran misión, en este plan de salvación. La mayoría de nosotros somos de labios impuros, pero esto no puede ser obstáculo para anunciar la buena noticia de salvación, al contrario, Dios llama a los de labios impuros para purificarnos. Somos lo que somos por pura gracia De Dios.
En la segunda lectura, tenemos a un Pablo que no se considera discípulo, apóstol del Señor, se considera un hombre frágil y débil, un aborto. Este Pablo que después de ser un perseguidor, se dispone a rescatar, a buscar personas que puedan vivir de acuerdo al evangelio, y nos hace un resumen de lo que es la historia de salvación, lo que es el kerigma que Dios quiere que trasmitamos a los demás, esa pasión y muerte, esa resurrección del Señor. El Señor llamó a Pablo por pura gracia de Dios, para que sea su instrumento de salvación y amor para con su pueblo, sobre todo para con los gentiles. Así como a Pablo, el Señor te llama a ti y a mí para que seamos instrumentos de su amor.
El Evangelio, nos presenta no solo a una persona, sino aun grupo de hombres que se encuentran en su acción ordinaria, en su trabajo cotidiano y ahí también se aparece el Señor. Hombres que se encuentran frustrados, preocupados, porque han pasado toda la noche sin poder pescar, y Jesús les dice “Echen las redes.” Un Jesús que es carpintero, que a lo mejor no sabe nada de pesca, pero Pedro en su nombre hecha las redes y saca tal cantidad de peces que estuvieron a punto de romperse. Pero no solamente se quedó ahí, en el oficio, sino que Jesús les dijo “Os haré pescadores de hombres”, y ellos inmediatamente dejaron las redes y le siguieron, le siguieron en este plan de salvación.
Hermanos, hoy el Señor nos invita a escuchar su voz, a responderle y a trabajar en su misión, es una llamada, una respuesta, una misión. El Señor nos llama a pesar de nuestras fragilidades, a pesar de nuestras debilidades, no llama a los buenos, llama a los débiles, a los frágiles para confundir a los sabios y entendidos, y nos llama para ser instrumentos de amor y de salvación, porque, así como hemos sido salvados por Dios, Él también nos llama para sanarnos y liberarnos.
Para concluir, quiero decir que no perdamos la esperanza, miren a Pedro y sus hermanos, estaban pescando toda la noche, no habían podido coger nada, pero Jesús se hace presente en medio de ellos y les dice que echen redes, Pedro en nombre de Jesús, echa la redes y haz una pesca abundante, por eso no debemos nunca de perder la esperanza y más en este año que estamos celebrando el jubileo con el lema “Testigos de la Esperanza”. Que nosotros en medio de la oscuridad de la noche, también seamos testigos de esperanza.
Comentarios
Publicar un comentario