DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo C)

Vanidad, todo es vanidad Las lecturas de este domingo nos invitan a no dejarnos llevar por las cosas de este mundo. A nosotros los humanos, nos encanta las cosas que mayormente son pasajeras y superficiales, que muchas veces nos hacen ser más vanidosos y personas poco profundas. En la primera lectura, nos dice Qohélet, todo es vanidad, para qué tantas preocupaciones, para qué tanta mortificación, si todo es vanidad de vanidades. Dejemos guiarnos por la fuerza de Dios, dejemos que Dios nos vaya ayudando para que no nos aferremos a estas cosas del mundo, que no nos llevan a ninguna parte, ya que lo que hacen es hacernos más vanidosos y menos humildes. El Señor quiere que sus hijos seamos humildes, no vanidosos, porque la vanidad nos aleja de nuestra autenticidad, de ser hijos de Dios. San Pablo, va por la misma línea y nos invita a preocuparnos por los bienes de allá arriba donde está Cristo, porque esos bienes duran para siempre. Cristo le ha dado muerte a todo l...