DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO (B)

Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca.”.

Lima 21 de julio de 2024

Si vamos a buscar un punto central en el día de hoy, sería la figura del pastor.   En la primera lectura el profeta Jeremías nos presenta la figura del pastor con una connotación negativa, nos presenta unos pastores que no están a la altura del oficio como pastor, por eso se lamenta de ellos: porque tenían que congregar y lo que hicieron fue dispersar en lugar de apacentar, tenían que salvar de los lobos y ladrones y ellos mismos han devorado a las ovejas que tenían a su cargo. 

En cambio, el evangelio de hoy nos pone como prototipo o modelo a Jesús como auténtico pastor, con sus actitudes y gestos de actuar nos enseña cómo debemos vivir como pastores: veamos los gestos:

Lo primero que destaca el evangelista es la mirada de Jesús. No se irrita porque hayan interrumpido sus planes.Los mira detenidamente y se conmueve. Nunca le molesta la gente. Su corazón intuye la desorientación y el abandono en que se encuentran los campesinos de aquellas aldeas: Él invita a sus discípulos a estar a solas en un sitio tranquilo, después de una dura tarea les invita a descansar, estar tranquilos para tomar nuevas fuerzas; y el segundo gesto es cuando Jesús ve a la multitud como ovejas sin pastor, se les acercó y se compadeció de ellos y se puso a enseñarles , más adelante vemos que les dio de comer, en otras palabras: “Movido por su compasión, Jesús «se pone a enseñarles muchas cosas». Con calma, sin prisa, se dedica pacientemente a enseñarles la Buena Noticia de Dios. No lo hace por obligación. No piensa en sí mismo. Les comunica la Palabra de Dios, conmovido por la necesidad que tienen de un pastor” (Pagola). 


San Pablo también nos muestras algunas características de Jesús como buen pastor: gracias a Jesús los que estábamos lejos ahora estamos cerca al amor de Dios; Él es nuestra paz; Él nos ha formado en un solo rebaño, ya que de los dos pueblos ha formado uno solo. Por eso Jesús en nuestro único pastor: que da seguridad, que da paz, que unifica, no divide.


Que nosotros aprendamos de Jesús siendo auténticos pastores: escuchando a mucha gente sola a la que nadie tiene tiempo de escuchar, que podamos ayudar a personas que sufren secretamente su incapacidad para salir de una vida indigna. Que podamos acercarnos a aquellas personas alejadas que desean reavivar su fe y no saben a quién acudir ¿Quién despertará entre nosotros la compasión?

 

Comentarios

  1. Yo, también vivía algo desorientada. Pero, encontré a Jesús en mí vida.
    Me lo mostraron los pastores O.A.R.
    Tengo para ellos, una gran Memoria Agradecida.

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