DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO (B)
Lima 29/09/2024
LOS MANDATOS DEL SEÑOR SON RECTOS Y ALEGRAN EL CORAZÓN
Hoy quiero comenzar la reflexión con la segunda lectura del apóstol Santiago, ya que ella nos va a servir de enganche para las otras lecturas.
El apóstol Santiago se dirige a los ricos y no les da buenas noticias, sino que, lo que les está diciendo es que se les viene encima muchas desgracias, dichas desgracias no vienen por culpa de la riqueza, sino por la manera en que se ha obtenido esa riqueza, debido a que los ricos han abusado de los pobres, no les han dado un salario digno para vivir, ellos se han dado muchos lujos, en cambio los pobres han padecido hambre, es más, han acabado con los inocentes. Al final la culpa no la tiene la riqueza, sino las actitudes que tienen los ricos ante el pobre, frente al hermano necesitado.
Hoy en día esto está sucediendo en nuestra vida, cuánto régimen se jacta diciendo que los pobres son los primeros, quien manda son los pobres, el pueblo el soberano, pero los pobres siguen siendo más pobres y los ricos más ricos, porque se visten bien, se dan buenos banquetes en restaurantes lujosos, mientras que su pueblo pasa hambre y calamidades.
Esto es lo que me permite enganchar esta lectura con la primera y el evangelio de hoy. En la primera lectura ese deseo de Moisés que todo el pueblo del Señor fuera profeta, deberíamos tomarlo en serio. Todos en este momento debemos de ser profetas, porque el pueblo de Dios sufre, el pueblo de Dios necesita voceros que anuncien la buena noticia de salvación, pero también necesita voceros que denuncien la corrupción y la injusticia, que son los dos grandes males que cada vez hacen más pobres a los hombres, son estas dos cosas las que están llevando al pueblo de Dios a la miseria. Ojalá que todos seamos profetas, que no nos callemos ante tantos atropellos de los gobernantes, que dicen que son demócratas, pero lo que hacen es justificar sus crímenes refugiándose en los más débiles, los anawines de Yahveh.
El evangelio va por la misma línea, pero aquí de lo que se trata es de expulsar demonios. Hoy en día muchos hermanos nuestros están esclavizados por muchos demonios que no les dejan ser libres, que viven esclavos del pecado, por eso es que debemos de unir fuerzas, tanto cristianos y no cristianos, y todos los seres humanos sin importar qué religión confesamos, ya que la gracia de libertar no es monopolio del grupo de los discípulos, sino que la gracia de Dios es universal, la salvación que trae Jesús va más allá de la Iglesia establecida y ojalá ayude a la gente a vivir de manera más humana. Ese deseo de Jesús de que todos ayuden a expulsar demonios, y que le ayuden a Él a salvar el género humano, amalaya que nos lo tomemos en serio, también como lo de ser profeta, para que juntos ayudemos a muchos hermanos a caminar con plena libertad, con la libertad de los hijos de Dios.
En definitiva, todos aquellos hermanos que no comulgan con nosotros, pero si cooperan a la salvación del ser humano, no son adversarios, sino que son amigos, y no les debemos impedir que sigan colaborando con la construcción del Reino. Todos somos testigos que más allá de la Iglesia católica, hay en el mundo un número incontable de hombres y mujeres que hacen el bien y viven trabajando por una humanidad más digna, más justa y más liberada, por eso tenemos que sentirlos como amigos y aliados, nunca como adversarios. No están contra nosotros, debemos confiar que están a favor del ser humano, como lo estaba Jesús.
Finalizo diciendo que hoy estamos para unir fuerzas y estrechar manos, para que juntos podamos hacer un mundo más humano y libre, donde no existan tantas injusticias sociales.
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