XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (C)
“Esforzaos en entrar por la puerta estrecha (v 24).”
Lima, 24 de agosto de 2023
“Yo soy la puerta quien entra en mí se salvará”. Hoy Jesús nos invita a entrar por la puerta angosta a la que todos estamos llamados a entrar, pero pocos son los que pueden ingresar.
Jesús nos sigue invitando a ir con Él hacía Jerusalén, pero sabemos que para ir hasta allá nos toca asumir grandes desafíos, como es la cruz. El Señor nos invita a ir con Él, pero no ir de paseo o de excursión como solemoshacer muchos para celebrar nuestras bodas de plata o de oro, nos invita a ir hacía ella, ateniéndonos a la consecuencia del sufrimiento de la Cruz.
Todos estamos llamados a asumir ese gran reto de seguir al Señor, algunos han iniciado el camino, pero se han salido de él, otros no han podido llegar a Jerusalén, de hecho, de los doce, los únicos que estuvieron ahí en la cruz fueron María y el discípulo amado. El Señor nos sigue llamando para acompañar a su Hijo hasta la gloria de Jerusalén. Por eso Él, en este momento, va eligiendo hombres y mujeres de todas razas y colores, para que puedan ser los continuadores de esta obra. La antífona del salmo nos recuerda que vayamos al mundo entero y sigamos proclamando la buena noticia, es decir, el evangelio.
La salvación ya está dada, y para entrar por ella, nos dice la palabra que, debemos entrar por la puerta más angosta. Sabemos que para obtener algo en la vida, un título o un triunfo en cualquier competición, debemos de esforzarnos, poner alma, vida y corazón a las cosas, sino, no se obtiene. Las cosas de gran importancia necesitan mucho esfuerzo, y mucho más la salvación que es para la eternidad, es la vida plena con Dios, así que nos corresponde entrar por ella.
Sabemos que no es fácil pasar por una puerta estrecha, más si estamos subidos de peso, somos más anchos que la puerta, nos costará más, el Señor nos invita a tener un proceso de conversión para que podamos entrar por dicha puerta, por ahí entrarán los más humildes, los que realmente hacen ese esfuerzo de querer entrar por ella, pero confiamos en esas ganas de salvarnos para Dios, porque en el aprieto me diste anchura, dice el salmista, así que el Señor buscará esa forma de salvarnos, vamos a intentarlo y sentirnos salvados por Dios.
Por eso nos dice san Pablo que el Señor siempre nos va a corregir, para que podamos ir disminuyendo y nos vayamos haciendo más flacos, y así poder entrar por esa puerta que es el Señor. Como dice el mismo Jesús: “Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos” (Jn 10, 10), y mis ovejas entrarán por ella, para eso debemos dejarnos corregir por el Señor por medio de los hermanos, que siempre nos ayudarán también a ingresar a dicha puerta.
Muchas veces, las correcciones que nos pueden hacer no son agradables, pero son necesarias para poder pasar por la puerta, lo más fácil es que no nos digan nada, y vivir nuestra vida libertinamente, y eso nos lleva por la puerta más ancha, la que nos aleja del camino hacia Jerusalén, pero que no es la puerta donde nos espera Dios. Debemos dejarnos corregir por Dios, por los demás, y además por la circunstancia de la vida. Cuando nos suceden cosas en la vida, es la forma más pedagógica del Señor para corregirnos, muchas veces no nos gusta para nada, porque siempre queremos hacer nuestra voluntad y no la de Dios.
Entrar por esa puerta, es difícil, pero no imposible, a Pedro se lo ha dicho al Señor, cuando le pregunta: ¿son pocos los que se salvan? Y la repuesta del Señor no es si o no, sino que nos invita a esforzarnos entrar por su puerta, para entrar en el corazón de Dios, puerta que el único que tiene la llave es el mismo Dios, siempre estará abierta para todos, y estará estrecha para todos, es decir, para Dios todos somos iguales y todos podemos entrar por ella, queda de nuestra parte si entrar o quedarnos afuera y nos perdemos de vivir la gloria de Dios Padre.
En definitiva, quiero cerrar con un versículo del salmo 118 que nos invita a ser justos para ingresar a esa puerta de Dios, a dar gracias: “¡abridme las puertas de justicia para entrar a dar gracias al Señor!”. “Esta es la puerta que lleva al Señor, por ella entran los justos”.




❤️🙏
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