DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO (B)

 

“Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”

Cajamarca 9/06/2024

           

Queridos hermanos después de haber celebrado varias solemnidades, volvemos a retomar el tiempo ordinario.   La palabra este día se destaca en hacer la voluntad de nuestro Padre Dios, que muchas veces no es tan fácil.

             La primera lectura, nos enseña que el gran pecado de nuestros primeros padres fue la desobediencia, no fueron capaces de obedecer a Dios, prefirieron hacer su voluntad en lugar de hacer la voluntad de Dios, y a la hora de hacer nuestra propia voluntad no medimos las consecuencias.   Nuestros primeros padres perdieron su humanidad original, ahora están marcados para toda la vida, por no obedecer a Dios, por dejarse seducir y querer usurparle el poder a Dios.

            Pero nuestra humanidad no está perdida, ya que Dios por medio de su Hijo nos ha dado la salvación, día a día se va renovando interiormente; basta creer en Dios, buscar siempre hacer su voluntad, así como Jesús fue capaz de hacer la voluntad del Padre dejándose guiar por el Espíritu de Dios.

            En el evangelio, llamaron a Jesús cómplice de Satanás, pero Jesús como posee el Espíritu de Dios, se deja iluminar y les habla en parábolas, destacando que el Reino de su Padre no puede estar dividido, sino que Él ha venido para devolvernos la dignidad de hijos de Dios.

             El mismo Jesús nos enseña cómo debemos hacer la voluntad del Padre, única y exclusivamente es dejarnos guiar por el Espíritu de Dios.  Cuando los seres humanos dudamos o no creemos en el actuar de Dios por medio del Espíritu, somos nosotros mismos los que nos estamos excluyendo del reino de Dios, en realidad no podemos olvidar ni negar la acción de Dios por medio del Espíritu Santo, el mayor pecado es encerrarnos en nosotros mismos y no dejar actuar a Dios.

            Otro gesto que vemos que Jesús estaba poseído por el Espíritu de Dios, es que uno de su familia manifestó que estaba fuera de sí.  Así es el actuar del Espíritu, te saca de lo normal de este mundo y te pone en ese plano de Dios, del reino, porque solo está cumpliendo la voluntad de Dios, no la voluntad de los hombres.  Cuando a Jesús   le dicen que le buscaban su madre y sus hermanos, Él mira alrededor y dice” Son realmente mi madre y mis hermanos: todos aquellos que cumplen la voluntad de Dios”.

          

En realidad, cualquiera podría decir que Jesús ha hecho sentir mal a sus padres por tratarlos de esa manera, pero, María y José son los que enseñaron a Jesús a hacer la voluntad del Padre Dios, porque María y José son los modelos de la obediencia.  Al contario de   nuestros primeros padres Adán y Eva que no supieron obedecer a Dios, María y José fueron capaces de obedecer a Dios Padre, por eso ellos son parte de esta gran familia de los hijos de Dios. En vez de un rechazo de Jesús a ellos, Él los halagó por enseñarle cómo se debe obedecer a Dios.