DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO B)
“Señor, ¿a
quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.”
Monteagudo
22 de agosto de 2021
El día de hoy, si queremos centrar la palabra
de Dios en un tema, diría que es la adhesión del hombre a Dios por medio de la
fe, que es un don, un regalo de parte de Dios, y que el hombre con su libertad,
puede acogerla o no.
En la primera lectura del libro de Josué, pone en aprietos al pueblo, al darle la opción de elegir, si quiere elegir al verdadero Dios o a otros dioses. Ellos se han comprometido a elegir al auténtico Dios, han dicho fuera de nosotros si optamos por otros dioses. Están muy agradecidos del auténtico Dios, porque los ha sacado de la esclavitud, y están dispuestos a servirle. Y es una decisión, a la que cada uno de nosotros nos toca responder cada día.
Porque siempre el mundo, la
sociedad, nos presenta dioses extranjeros, y podemos ir detrás de ellos sin
darnos cuenta. Ojalá que nosotros tengamos siempre esa oportunidad de discernir
ante qué Dios me voy a postrar, a qué Dios voy a servir.
Este Dios auténtico, nos lo presenta
Pablo, con una figura muy conocida por nosotros que es el matrimonio. Así como
el marido ama a su mujer y la mujer ama a su marido, así nos ama Dios a
nosotros, y el amor debe ser mutuo. Ese amor de Dios con nosotros se concreta
en su Hijo, que se entregó como víctima para darnos vida junto al Padre, por
eso debemos amar a Dios y a los demás como Jesús.
Jesús nos dice que cada uno es adherido a Dios, porque realmente así lo quiere el Padre Dios, no es por nuestro mérito, sino por amor gratuito de parte de Dios. Pero no es una realidad carnal, sino que es una realidad del Espíritu que da vida, por medio del bautismo somos parte de Dios, es el Espíritu que nos da la vida, ese mismo Espíritu en don gratuito del Padre Dios. Esta realidad espiritual, muchas veces no es fácil de entender, y nos puede poner en aprietos, y nos pide de nuevo discernir, si seguimos al Maestro o nos alejamos de Dios, que hoy digamos como Pedro: a dónde vamos a ir si tus palabras son espíritu y vida.
Con esta pregunta de Jesús a Pedro,
nos damos cuenta que se pone en juego nuestra libertad, está en cada uno de
nosotros si opta o no opta por Dios, así como el pueblo de Israel ante la
pregunta de Jesús, a los creyentes de hoy por medio de la palabra encarnada,
nos toca decidir si nos adherimos o no nos adherimos a Dios, es decisión de
cada uno con la libertad de los hijos de Dios.
Todo esto tiene su punto de partida
en la fe, en Dios y en su Hijo Jesús.
Por medio de la fe hacemos una opción de vida, que es sellar una alianza
con el verdadero Dios, por eso muchos se echaron, y se siguen echando atrás
porque es cuestión de creer en Dios y no en nosotros mismos, en nuestros
propios proyectos, Dios por medio del bautismo ha sellado esa alianza de amor
con nosotros, queda de parte de cada uno responder con el mismo amor.
Comentarios
Publicar un comentario