NATIVIDAD DEL SEÑOR (CICLO C)
«Alegrémonos.
No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida… Alégrese
el santo, puesto que se acerca la victoria; alégrese el pecador, puesto que se
le invita al perdón». S. León Magno.
Monteagudo
25/12/2021
Feliz navidad. Alegrémonos, nos ha nacido el Salvador, es la gran noticia: Dios nos ha regalado a su único Hijo, ha puesto su tienda entre nosotros.
La
liturgia de la palabra de hoy, no se limita solo a destacar el nacimiento del
Hijo de Dios, sino que va más allá al significado que tiene este gran
acontecimiento desde el punto de vista de la fe. Porque el niño que ha nacido,
no es cualquier niño, no es otro más de tantos niños que han nacido en el mundo
y en la historia, sino que es el Emmanuel, el Dios con nosotros, el Dios que se
hace uno como nosotros, se ha cumplido lo que han anunciado los profetas, Dios
ha cumplido su promesa: “en muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios
antiguamente a los padres por los profetas”. Pero en este tiempo en esta
etapa final de la historia nos ha hablado por medio de su Hijo. Nos damos
cuenta que Dios no es un Dios mudo, sino que va hablando en la historia y se va
manifestando a sus hijos.
Esa
manifestación de Dios necesita unos receptores, si realmente cada uno de
nosotros es capaz de recibir esa gran noticia, si cada uno es capaz de recibir
la palabra de Dios, ese Dios humanado, lo que realmente nos pide Dios a cada
uno de nosotros es tener unos oídos atentos para escucharla, un corazón humilde
para aceptarla al estilo de María y una voluntad firme para poner por obra lo
que nos pide.
Y si escuchamos su palabra y si nos enteramos de esta gran noticia, no es para callarla o guardarla es para proclamarla a los demás, seremos dichosos si somos pregoneros de esa gran noticia como dice la primera lectura hoy: ¡Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia”!
Los
que reciben la palabra de Dios y la cumplen, serán llamados hijos de Dios y
viviremos como hijos de Dios. ¿Y cómo vive un hijo de Dios?, aquellas personas
que salen a la luz y dan luz, dejan de vivir en las tinieblas del error y
comienzan a ser unas criaturas nuevas, así como Jesús, su único Hijo, él ha
vivido como Hijo de Dios: Jesús ha venido para iluminar nuestras sombras,
nuestras oscuridades, nuestras incertidumbres y miedos y aportarnos un
resquicio de esperanza. Todos necesitamos que esa Palabra ilumine nuestra vida
y todos tenemos que propagar y ser luz en medio de la oscuridad de muchas
personas, que viven en sombra de muerte.
Que
a nosotros hoy no nos pase como el pueblo de Israel que se resistió a la gran
Luz, que no quiso acoger la palabra de Dios, que se dejó llevar por los errores
o prefirieron seguir viviendo en sombra y muerte, en oscuridad.
En
estos días por estos lugares de Navarra España, hemos vivido más de 16 días sin
ver el sol, y nos hemos dado cuenta que vivir así es triste, da pánico, da
melancolía, y uno anhela que salga el sol, para que llegue el gozo y la alegría
en cada corazón. Pues así mismo nos
puede pasar, si tenemos ese corazón nublado o estamos viviendo en el error,
para eso necesitamos ese Sol que nace de lo alto, Jesús que nos ha venido a dar
la vida y vida plena, para que seamos hijos de la luz y no de las tinieblas.
Finalmente, nos damos cuenta que Dios encarnado por medio de su Hijo nos está hablando con nuestra propia lengua, es un Dios que ha hecho que su Hijo nazca de esta forma, por medio de la encarnación, pero a la hora de nacer, no fue en las mejores condiciones, sino que fue de forma dramática, para que nos demos cuenta que, en los momentos difíciles, de tanto sufrimiento ,ya desde la encarnación él mismo ha padecido muchos sufrimientos, para que no seamos arrogantes y seamos humildes como Él.
Que
Jesús encuentre un lugar hoy para poder nacer, ese lugar puede ser cada uno de
nuestros corazones, que no le cerremos las puertas al niño Dios, que esta
celebración nos ayude a abrir nuestro corazón y así Dios encuentre un lugar donde poner a su único
Hijo.
Feliz Navidad amado Wilmer,el Niño Jesús te bendiga grandemente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo