EPIFANÍA DEL SEÑOR (CICLO C)
¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz! (Is 60,1)
Monteagudo 6 de enero de 2022
Hoy celebramos la manifestación del Señor, también se dice que es día de la ilusión porque los reyes nos traen regalos. En la celebración de esta eucaristía me gustaría destacar tres cosas: la primera, esa actitud de búsqueda de los magos, el encuentro que el rey Herodes quiere tener con el Señor y la manifestación de Dios en medio de nosotros.
En esa actitud de búsqueda, los
magos tienen esa ilusión y esas ganas de encontrarse con el Niño, no con
cualquier niño, sino uno especial, que merece todos los mejores regalos del
mundo; en ese camino de búsqueda cuantas veces han podido decir que hasta aquí,
no sigamos más, por el cansancio o por las desilusiones, pero ellos nunca
perdieron la mirada en esa estrella o esa luz, que los guiaba hasta ese
encuentro; se han mantenido fieles al seguimiento, a esa peregrinación. Así nos
pasa hoy a nosotros, estamos en esa búsqueda de encontrarnos con Dios, un Dios real,
humano, por eso somos peregrinos y no podemos salirnos del auténtico camino, en
el peregrinar nos podemos encontrar muchos obstáculos, dificultades, miedos y
dudas, pero ahí está esa luz de la esperanza que nos va a llevar hasta
encontrarnos con Él.
Como dice nuestro padre San Agustín que “busquemos para encontrar, y encontremos para seguir buscando. Pues el hombre cuando cree terminar, entonces comienza”. - De Trinit IX,1,1. Y en otro lugar añade que buscar es preguntar. Pues así es nuestra vida, nada más que una eterna búsqueda. Y ¿qué buscamos ?, el mismo Dios, que es el que le da sentido a nuestra vida, porque si buscamos otras cosas, seguiremos insatisfechos de la vida.
En segundo lugar, me gustaría
destacar la actitud de Herodes, él también tiene ese deseo de encontrarse con
Dios, pero de manera hipócrita, porque ese niño será proclamado rey, y el rey
Herodes, no quiere rivales en su imperio, por eso quiere deshacerse del niño.
Este hombre ha cometido un gran error y un gran pecado, el de aniquilar a
muchos niños inocentes, por esa ambición de poder. Cuantos Herodes ha habido, existen todavía,
que son capaces de acabar con la vida de la persona, solo por mantenerse en el
poder, que nosotros seamos capaces de denunciar estas actitudes de muchos
gobernantes que por quererse atornillar en el poder son capaces de actuar de
esta forma.
Finalmente tenemos la manifestación
de nuestro Dios, con la presencia de unos magos, que no tienen nombres y
viniendo de oriente, además, ellos no pertenecen al pueblo elegido, realmente
no conocen al Dios vivo de Israel. Nada sabemos de su religión ni de su pueblo
de origen. Solo que viven atentos al misterio que se encierra en el cosmos, lo
que sí vemos que son hombres de un corazón inquieto en busca de la verdad, como
puede ser el hombre de este siglo, ese deseo de conocer la verdad la tiene el
ser humano siempre, es parte de su vida, por eso todos somos buscadores de la
verdad.
En ese deseo de búsqueda del hombre, el Señor quiere manifestar que su presencia en nuestro mundo es para todos, no es solo para un resto o un pequeño grupo, sino que es para todo el género humano, la salvación es para todos. Que nosotros tomemos la actitud de los magos, es decir, que nos pongamos en camino para ese encuentro con el Señor y poderle adorar como nuestro único Dios, o tomar la actitud del rey Herodes, que por su ambición de poder rechaza la presencia del verdadero Dios en su vida, porque él mismo con sus actitudes pareciera que fuera Dios y que no necesita de Dios, su único Dios es el poder, el dinero y sus ambiciones.
😊 Gracias es de sabio saber y conocer de la palabra
ResponderEliminarQue se acabe la falsedad de algunos reyes, y que no hayan más Herodes. Que Dios nos bendiga y proteja siempre 😇🙏🇻🇪
ResponderEliminarEl amor de Dios se manifieste siempre en tu vida
ResponderEliminarFeliz Epifanía
Un abrazo fuerte
Q Dios nos de la gracia y sabiduría, para agradarle siempre. Un abrazo grande
ResponderEliminarEn el Bautismo Dios nos revela su grandeza..
ResponderEliminarFeliz Epifanía.
Bendiciones querido Wilmer. Un abrazo fraterno