DOMINGO DE RESURRECCIÓN



“ Él había de resucitar de entre los muertos. ”

Lima,9 de abril 2023



Queridos hermanos, hoy les anuncio una gran noticia, una gran noticia: Cristo vive, Cristo ha resucitado, aleluya ! es nuestra canción , nuestra alegría y nuestro gozo porque Cristo ha vencido a la muerte y nos ha regalado la salvación.


La resurrección de Jesucristo, no es una invención humana, es una realidad, que llega a toda la humanidad, porque gracias a su resurrección  nos ha venido la salvación a todos los hombres.  La clave de todo esto es que el sepulcro está vacío. Ya no tenemos que buscar entre los muertos a Aquel que vive, porque ha resucitado. 


Además, tenemos unos testigos que nos han anunciado ese acontecimiento, no solo porque se lo inventan, sino porque Jesús se les ha aparecido y ha estado con ellos, manifestándoles que Dios Padre lo ha resucitado para la vida eterna, viven la experiencia con un Jesús vivo: sepulcro vacío y apariciones, serán las grandes señales para la fe del creyente.



A nosotros, a los creyentes de hoy, nos toca fiarnos  del testimonio de los discípulos y de muchos hermanos que han vivido esta experiencia de Fe, es más, nosotros igualmente tenemos que hacer viva esta misma experiencia para poder ser propagadores de la buena noticia, y decir como María Magdalena cuando le preguntaron : «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada>>.  Tenemos que llegar a los creyentes de este siglo, he visto a mi Señor Glorioso, al Cristo vivo, al resucitado. María Magdalena es el prototipo de búsqueda, ella no puede olvidar al Maestro que la acogió como discípula: su amor la lleva hasta el sepulcro. 



En definitiva, hermanos nosotros no estamos ajenos a ese acontecimiento histórico de la salvación.   Ahora a nosotros somos testigos de esta  Resurrección, pero eso si, teniendo un encuentro personal con Cristo Resucitado, un Cristo que vive en cada uno de los corazones de las personas,  para que podamos proclamar al verdadero Jesús de Nazaret, no el de una fe ideológica, sino una fe teologal la cual nos permite anunciar a un verdadero Dios encarnado y a un Dios Padre que ha dado vida en abundancia por medio de su Hijo.



Es decir, hoy nos toca renovar nuestra fe pascual. Que Cristo sea en todo nuestro Señor. Dejemos que su Vida vivifique a la nuestra y renovemos la gracia del bautismo que hemos recibido. Hagámonos apóstoles y discípulos suyos. Guiémonos por el amor y anunciemos a todo el mundo la felicidad de creer en Jesucristo. Seamos testigos esperanzados de su Resurrección. La fe en Cristo resucitado no nace tampoco hoy en nosotros de forma espontánea, sólo porque  hemos escuchado desde niños a catequistas y abuelos. Cada uno de debemos abrirnos a esta Fe haciendo nuestro propio itinerario, nuestro camino de fe.

Comentarios

Entradas populares de este blog

DOMINGO XII TIEMPO ORDINARIO (B)

I DOMINGO DE ADVIENTO (C)

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO (B)